El poeta ventrílocuo

Mario Obrero, Tiempos mágicos, La Bella Varsovia, 2024.

Hay libros a los que habrá que regresar una y otra vez para no perder el sentido de la revelación. Mario Obrero es el bardo visionario de unos Tiempos mágicos (La Bella Varsovia, 2024) que son la encrucijada del porvenir. Asistimos a la rapsodia del poeta ventrílocuo que versifica al dictado de un dios iracundo (iracundos son todos los dioses) que declama machaconamente el estribillo de la historia, una fábula ya concluida, una sonata política cuyas enseñanzas se nos habían escapado. El misterio es revelado en renglones torcidos, en cláusulas de luz.

No aprendemos, por eso las imágenes se suceden alucinadamente. Los ecos del pasado retumban en nuestros oídos. Venimos de ese abismo que se abrió en el 36. Ansiamos la salvación en la palabra, en la síntesis que produzca la reunión de las voces que se dispersaron por los caminos, que se ahogaron en las cunetas. El poema es un rompecabezas inscrito con letras de oro. Nos corresponde descifrar el sentido de los acontecimientos, pero el relato es una algarabía. No se ha perdido el rastro de lo divino, no, somos testigos de la palabra. Vivimos tiempos mágicos pero las verdades son susurradas en los callejones de la historia, entre sus desperdicios. El poeta es el rapsoda de la fábula nacional, hace suyo el relato mágico que persiste a través del tiempo que a su vez insiste en torcer los sentidos. Su tarea es manifestar lo indecible, abrir un reguero de luz que salve a España de su memoria, del martirio que oculta los senderos. Por eso el lenguaje se resquebraja. Estos son los fragmentos de los ecos aterrorizados de un destino que ya se consumó. Este mandato vive en la memoria del presente, en todas las ideaciones que proyectamos. Estamos ya en un país que no se recuerda a sí mismo. La voz poética lucha por hacer inteligible un secreto impensable.  

Hemos presenciado un acto de seducción muy voluntarioso. La palabra del dios hastiado de olvido. Una confusión de lenguas nacionales. Un requerimiento de pureza. La ofrenda de una inteligencia nueva. El relato de esta vieja luz que ha nacido.

Autor: Lorena Porto

Profesora de inglés. Libros y traducción literaria.

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